Pacificador – Avanzado

Requiere la asesoría de un instructor del área jurídica.
1. Tener como mínimo 15 años.
2. Tener la especialidad de Pacificador.
3. Definir qué es mediación y arbitraje, y discutir las semejanzas y diferencias que los caracterizan.
4. Explicar las funciones y responsabilidades de un mediador y de un árbitro.
5. Comparar litigio (conflicto en que la decisión es por un tercero) y conciliación, y discutir las ventajas y desventajas entre ellos.
6. Identificar qué tipos de conflictos pueden ser:
a) Mediados
b) Arbitrados
c) Litigados
d) Conciliados
7. Cumplir uno de los siguientes requisitos:
a) Participar de un arbitraje de conflicto entre dos personas o grupos. Discutir el proceso, identificando lo que funcionó, o lo que no funcionó y, al final, presentar un informe mínimo de una página.
b) Participar de una mediación de conflicto entre dos personas o grupos. Discutir el proceso, identificando lo que funcionó, o lo que no funcionó y, al final, presentar un informe mínimo de una página.
c) Asistir a una audiencia de conciliación (en la cual las partes hayan llegado
a un acuerdo), a una audiencia de instrucción y juicio, y presentar un informe mencionando cuál de estas dos formas soluciona el conflicto satisfactoriamente. Observación: Las audiencias de los juzgados civiles y centros de conciliación normalmente están abiertas al público. Para poder observarlas, basta conversar con la secretaria o jefe del gabinete. Caso contrario, solicitar ayuda a un profesional del área.
d) Apoyar, como conciliador voluntario, en un juzgado o centro de conciliación por lo menos seis meses.

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SUGERENCIA: Eliminar la especialidad.

RAZÓN: Aunque la especialidad esté bien estructurada, los conceptos de conciliación, arbitraje y demás, pertenecen al ámbito legal / judicial de un país. Se requiere mucha preparación o coordinación para lograr realizar los requisitos. Los participantes pueden estar expuestos a situaciones desagradables de resolución de conflictos de personas no adventistas. Es también curioso exponer a los que realizan la especialidad a utilizar medios de conciliación y arbitraje legales para resolver conflictos, especialmente si estos se realizan entre adventistas. En importante resalar que no es el ideal que ocurran rencillas entre los miembros de la iglesia que no se puedan resolver siguiendo los consejos bíblicos sin tener que buscar la mediación de un juez externo.